Es una construcción de grandes dimensiones y su funcionamiento se sitúa entre los siglos XIV y XX. Este molino está relacionado con la gran propiedad señorial de la Torre Balldovina. Era considerado un derecho señorial más y una de las pocas industrias artesanales complementarias del sistema campesino catalán. Recibe el nombre de los que fueron sus propietarios durante el siglo XVIII, la familia Riber.
Situado cerca de un curso de agua, para la edificación del Molí d’en Ribé se aprovechó el desnivel natural del terreno y se construyeron los tres niveles típicos de un molino: la balsa, la sala de muelas y los cárcavos con el área de desaguadero correspondiente. Este desnivel permitía que el agua lograse la potencia necesaria para mover las muelas.
El molino producía la molida del grano de los campos de su entorno, que se fueron incrementando con el paso del tiempo y que provocó, en el siglo XVI, la ampliación de cuatro a seis muelas para hacer frente a este aumento de producción de cereal.
Durante el primer tercio del siglo XX se implantó la electricidad en nuestro territorio y se cree que este molino se adaptó con un motor eléctrico e, incluso, quizá podría producir la electricidad para la propiedad señorial o para el pueblo.
Descubrimiento
El año 1983 se removieron las tierras de la plaza de Pau Casals y durante los trabajos se descubrieron las estructuras que pertenecían a un molino bajo medieval, que se identificó con el que se conoce documentalmente como Molí d’en Ribé.
Como consecuencia del hallazgo se realizaron una serie de trabajos de excavación, bajo la dirección de Jordi Bolòs y Àngel Martínez Hualde, con la aparición de restos originarios de la sala de les muelas y tres cárcavos.
Con motivo de las obras destinadas a la construcción de un aparcamiento subterráneo y de urbanización de la plaza de Pau Casals, el mes de abril de 1989 se empezaron a destapar los restos del molino localizados y excavados parcialmente en 1983. Se iniciaron nuevas excavaciones, estas bajo la dirección de Empar Gili y Antoni Rigo que dejaron al descubierto los restos de un molino harinero movido por agua de cuatro muelas. Se hallaron las partes más bajas del molino: en la parte inferior los cárcavos y la sala de las turbinas, y en un segundo nivel la sala de las muelas y un muro adosado que se eleva hasta un nivel más alto.
Casi veinte años después, en 2008, con motivo de la construcción de un aparcamiento público robotizado en los jardines de la Torre Balldovina, se excavó la parte del Molí d’en Ribé que faltaba para que el complejo apareciera en su totalidad.